Disfruto muchísimo del olor natural de las personas y me enciende demasiado sentir la excitación en el aroma y a esa hora la sensación fue multisensorial porque mis ojos estaban al pendiente de que no nos vieran, mi mano jugueteaba con su pene aun por dentro de su pantalón, mis oídos estaban al pendiente del recorrido y mi lengua al igual que mi pene, lubricaban
excesivamente…MIERDA,
este tipo ya se va a bajar…
¡Próxima estación
Aguacatala!
-¿Te tienes que bajar?
- Puedo seguir, me contestó. Esas palabras me encendieron mucho más y aproveché la aglomeración de la parada para aferrarme más a su pene, mientras que él hacía lo propio con el mío. Sincronizamos la manera de tocarnos mientras llegábamos a Poblado. Sabía que allí tendría otra oportunidad de ser más descarado, aprovechando el empujón que dan las personas tratando de entrar o salir y en efecto tuve la fortuna de bajarle la pretina e introducir mí mano para corroborar lo que en mí ya era muy notorio….su ropa interior estaba muy mojada, mucho…¡Bom, bom! ¡Bom, bom! Hay un pene palpitando detrás de mí.
Siento una electrizante sensación, causada por la sorpresa que me acabo de llevar…¡Marica, nos pillaron!, pensé. Creí haber sido lo suficientemente discreto y precavido para no levantar sospechas, pero tenía detrás de mí a otro sujeto que se estaba haciendo sentir y de que manera. El cruising deja huellas fácilmente rastreables y al parecer lo que nosotros estabamos haciendo dejó su evidencia, yo estaba a mil, sudaba yo estaba a mil, sudaba frío, quería voltear, pero tenía miedo de que al hacer contacto visual hubieran más ojos que me mirasen inquisidoramente.
Mi mano izquierda estaba húmeda por la exploración que estaba haciendo, mi mano derecha estaba afereada a los barandales y mi culo estaba expuesto y vulnerable a la exploración que alguien estaba haciendo y aunque me cueste aceptarlo, lo estaba disfrutando, este tipo debe ser todo un master en ello, pues poco a poco yo estaba bajando la guardia y también comencé a moverme tratando de entregarme a ese hombre que con su bulto y su frenético restregar me hacía desearlo, pese a que aún no conocía su rostro, pero gracias a esa proximidad ya tenía una representación mental de cómo era la morfología que se le dibujaba entre su
entrepierna…¡Próxima
estación Industriales!
Aproveché el flujo de pasajeros para acomodarme mejor y verle a la cara al otro chico, ¡Dios, es un mono bastante majo!
No hay verbalización de palabra alguna, pero con nuestra mirada nos lo decimos todo. el tren sigue su marcha y este hombre me aprieta el culo con su mano, inhalo fuerte, mis piernas peludas tienen espasmos, saco la mano del otro chico y me giro un poco a la izquierda para tratar de ir de una entrepierna a otra y explorar otra anatomía. Es muy grueso, me encanta como se siente, miro al primer chico y lo tomo de su mano izquierda, me aferro a ella fuertemente mientras el chico de atrás me aprieta las nalgas… ¡Próxima estación Exposiciones!
Aquí nadie se subió ni se bajó, parecíamos figuras de un tetris que no tenía más opciones para acomodarnos, yo estaba al éxtasis, seguía al vaivén de lo que me estaban tocando y también jugaba con la verga mojadita que tenía en frente, ya nada me importaba, a la mierda todo, quiero sexo, lo necesito y no puedo pedirlo, no aguanto más y estoy demasiado lubricado por los dos frentes. De la nada el tipo de atrás se acerca muchísimo más y me respira en el oído.JUEPUTAAAA, no puedo más, este hombre ha jalado el gatillo al explorarme la zona más erógena de mí cuerpo y siento como me vengo a chorros que se quedan atrapados entre mis brief…
¡Próxima estación
Alpujarra!
Sentía una horrible sensación al no poder gemir y tener que ahogar esa deliciosa sensación
mientras todo mí cuerpo se estremecía. El chico de enfrente solo me miraba y con su mano pudo comprobar al tacto, que mi entrepierna estaba muy mojada, él solo se limitaba a tocarme el bulto y yo estaba tratando de disimular el placer que se me dibujaba en la cara y que por efectos del tapabocas no era tan evidente, pese a que los ojos eran muy expresivos…
¡Próxima estación San
Antonio!
Las puertas del tren se abrieron de golpe y los tres salimos expulsados junto a muchas otras personas que salieron en ese momento.
Trato de caminar naturalmente por la plataforma mientras veo como el chico de atrás se aleja entre la multitud y se dispone a cambiar de tren.
Por su parte, el primer chico se queda caminando conmigo y me dice que se tiene que devolver a
Poblado porque allí lo esperaban. Entiendo la situación y comprendo que así como las cosas se dieron, también hasta ahí llegaron y me despido. El tren sigue su rumbo y yo ya solo en plataforma, me preparo para seguir mi ruta, espero el próximo tren y sigo el recorrido sin mayor novedad. Llego a casa, me desvisto y me ducho, me tiendo sobre la cama y me quedo un rato largo oliendo mis calzones sudados y humedecidos con mi líquido seminal, ¡Dios, que buena experiencia la que he tenido en este día!